martes, 27 de enero de 2015

La suerte de ser principiante


Ingenua de mí cuando pensé que un día me dolería más estar sin ti que contigo.

Porque cuando estoy sin ti me hielo, congelada y dividida.

Pero cuando estoy contigo me quemo, me abraso, y me consumo.

No estar a tu lado está cerca de matarme. Y estar contigo me mata.

Pero lo que me dí cuenta a base de golpes y lágrimas, es que tú eres mi muerte, sólo tú y esa despiadada caricia que no sabe el daño que hace .




No hago más que gritar en silencio las cosas que tú no quieres decir.

Aunque lo que si digo es que tenemos la suerte del principiante.

¿Por qué no tentarla de nuevo, amor?

¿No es que te dará miedo, verdad?

Ahora, te reto, y te pregunto yo a ti: ¿Apuestas de nuevo por mí en este juego al que algunos llaman amor?